martes, 4 de septiembre de 2012

Carnaval


―¡Yo soy Dios! ―gritó el camaleón.
La risa desapareció del rostro de los presentes.
 
 
Imagen tomada de la red.

 

2 comentarios:

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Un hiperbreve perturbador, José Manuel.

Muy bueno.

Un abrazo,

josé manuel ortiz soto dijo...

Pedro, ¿cuántos mesías nos encontramos a diario? Terribles aquellos casos donde escuchan sus voces.

Saludos.